LA FEMINIDAD CONSCIENTE: MADRE, VIRGEN, ANCIANA por Marion Woodman y Connie Zweig


¨En el mundo arquetípico, lo Femenino aparece frecuentemente en grupos de tres: las tres Nornas, las tres Gracias, las tres Parcas. En los hombres y mujeres actuales que están trabajando sobre sus sueños, lo Femenino Consciente suele aparecer en tres aspectos diferentes: madre, virgen y anciana. Cuando separamos nuestra madre consciente interior de su sombra inconsciente, encontramos con frecuencia una magnífica figura femenina que se se convierte en nuestra madre y guía internas. Nos ayuda a reconocer quiénes somos en todo nuestro Ser.
Gracias a este reconocimiento, asimilamos poco a poco las partes de nosotras mismas que en otro tiempo hemos rechazado, consciente o inconscientemente. Tal vez no eran aceptables para nuestros padres, maestros y amigos. Quizá, en nuestro anhelo por ser queridas, rechazamos las mismas energías que nos son ahora indispensables para nuestra vida creativa. Al encontrar aquellas partes perdidas, alertas a su propia verdad, y al vivirlas en nuestra vida cotidiana, damos a luz a la virgen dentro de nosotras mismas. La virgen, tal como yo lo entiendo, es lo Femenino maduro que sabe cómo vivir su propia luz en su propia materia sagrada.
Mater es el término latino de madre. A lo largo del proceso de hacer surgir nuestra propia materia a la conciencia, nuestro cuerpo se convierte en el equivalente físico de nuestra madre y guía internas. En nuestro amor por ella, respetamos y honramos la materia de los demás, y la materia que es la madre de todas/os: la Madre Tierra. La conexión diaria e íntima con nuestra virgen interna nos lleva a tomar opciones conscientes y a hacer sacrificios dolorosos.
Poco a poco, intuimos cómo evolucionan las pautas de nuestro destino personal y nos sentimos paradójicamente desapegadas y totalmente presentes. En este estado de espíritu quizá podamos un día mirar al espejo y ver nuestra anciana interior. Su sabiduría nace del sufrimiento consciente. La madre, la virgen y la anciana están conectadas íntimamente con cada encrucijada de nuestras vidas. Hacerlas surgir a la conciencia es esencial para llegar a una feminidad madura...¨

Marion Woodman

Al respecto, comenta Connie Zweig:
En este ensayo elocuente y multidimensional, la analista junguiana Marion Woodman describe la triple forma de lo Femenino consciente o ¨maduro¨: Madre, Virgen, Anciana. Esta trinidad existe simultánea y continuamente en todas las mujeres conscientes, aunque cada aspecto toma un lugar predominante en la conciencia en momentos diferentes.
Woodman explica que el papel de madre consciente sólo puede llegar cuando rompemos los vínculos inconscientes que todas nosotras tenemos con nuestra madre personal y arquetípica. Cuando diferenciamos nuestra propia naturaleza femenina de los aspectos heredados de nuestra madre, tanto los positivos como los negativos, podemos empezar a hacernos de madre a nosotras mismas de manera más saludable, y también ser la madre de nuestros hijos de un modo más consciente.
Esto puede lograrse con la ayuda de una analista que haga de madre putativa, mediante la construcción de un ego femenino suficientemente fuerte para portar la energía arquetípica sin ser poseída por ella. La identificación inconsciente con un arquetipo es una trampa perniciosa, aunque se trate del arquetipo de ¨la buena madre¨, porque, como señala Woodman, en este estado se pierde la individualidad.
Además, cuando despierta en nosotras la madre consciente, nuestros cuerpos se revitalizan. Una relación renovada con la materia, el cuerpo y la tierra, significa una relación renovada con lo Femenino, con una espiritualidad encarnada. Esta se convierte entonces en el hogar de la virgen consciente, en la esencia de la totalidad femenina, que porta dentro de sí el matrimonio de la materia y del espíritu...
...La anciana consciente es el producto de una feminidad madurada, la vieja mujer sabia (u hombre) que ha viajado muy lejos y ha obtenido una amplia perspectiva de la vida. Woodman la llama ¨liberada¨. Ya no está implicada en los juegos de poder de la sociedad y se puede, por lo tanto, confiar en que diga lo que ve y en que ame plenamente.


Tomado de Ser Mujer, Marion Woodman y otros autores, edición a cargo de Connie Zweig, Segunda parte, 5. La feminidad consciente: Madre, Virgen, Anciana, págs. 113-116.
Digitalizado por Omar Pereira y Germana Martin para Palabra Chamánica.

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