INVITACIÓN A SANAR LA HERIDA CON LA MADRE


Vivimos aún en una cultura patriarcal donde la ruptura con la naturaleza femenina se encarna sobre todo en la ruptura de la relación madre-hija.
Algunas de nosotras hemos crecido cuestionadas, desvalorizadas, temidas o hasta ignoradas por nuestras madres.
Más allá de su amor o de su entrega, nos hemos sentido solas y sin una figura materna que nos acompañe en el descubrimiento de nuestras vivencias femeninas.
Nos ha costado mucho tiempo entender que ellas, aún más que nosotras, han sido víctimas de un mundo patriarcal que les impedía crecer o expresarse.
Nos ha dolido comprender que ellas, también fueron alejadas de lo femenino instintivo, de sus recursos sanadores, de sus cualidades nutricias y contenedoras.
Poco a poco, nos hemos dado cuenta que ellas también carecieron de una madre que las guiara y las alentara en su búsqueda. Que se vieron separadas de la sabiduría de sus intuiciones más profundas y fueron víctimas de un mundo donde las cualidades positivas de lo femenino estaban y están ausentes.
Por ello, hoy quiero invitarte a sanar el vínculo con tu madre, a curar la herida que te separa de ella y de tu Madre interior, a sanar tus lazos con lo femenino materno.
Una vez más las palabras pueden cumplir su misión transformadora:


Piensa en tu madre.
Conéctate con ella.
Vuelve a nacer de su útero.
Déjate mecer por su tibieza.
Siéntela mujer-hermana-compañera.
Ve su mirada de niña asustada, su rebelión frustrada, su postergación, su sometimiento a una vida dibujada por otros.
Percibe sus deseos acallados, su llanto escondido, su silencio.
Escúchala, entiéndela, recupera su ternura, intégrala a ti misma.
Puedes nombrarla, abrazarla y comprenderla dentro de ti.
Y entonces escribe.
Escribe cinco palabras (o más) que la nombren y curen esa vieja herida.
Si lo deseas puedes enviarme tus palabras a mi mailpalabrachamanica@gmail.com
y serán compartidas aquí y en los talleres de escritura con otras mujeres para seguir sanando entre todas nuestro universo femenino.
¡Desde ya muchas gracias por participar!

©Germana Martin


La bella imagen es de Claudia Tremblay.

TALLER A DISTANCIA SANAR LA HERIDA CON LA MADRE: UN RETORNO A LA ESENCIA FEMENINA.


La fotografía se ha tomado de la Web y se desconoce su autoría.
TALLER A DISTANCIA "SANAR LA HERIDA CON LA MADRE: UN RETORNO A LA ESENCIA FEMENINA" 
¡EN SU MODALIDAD LIBRE, PARA QUE PUEDAS REALIZARLO POR TI MISMA, SIGUIENDO TUS PROPIOS RITMOS!

He creado este taller, en su Modalidad Libre, para ayudarte a sanar la relación con tu madre y cerrar la herida que te separa de ella y de tu esencia femenina.
Lo he diseñado especialmente para guiarte, con claridad y sencillez, a través de las ocho diferentes propuestas de trabajo que vivenciarás en ese proceso.
Al trabajar con este taller verás que se trata de un sendero en espiral que podrás recorrer una y otra vez, con un nivel de profundidad diferente en cada oportunidad, trabajando el vínculo que te une con tu madre todo lo que te sea necesario. De este modo, las propuestas del taller –cada vez que recurras a él– despertarán nuevas visiones e intuiciones sobre el lazo que te une con ella.

Utilizando el acto creativo como herramienta de sanación, abordarás los siguientes contenidos:

- El conflicto con la madre: la Herida Original.
- La madre como espejo.
- Buscar y encontrar la propia identidad.
- Reencuentro con la Madre-Mujer.
- Despertar la Madre Interior.
- Resignificación del rol materno.
- Descubrir y alimentar el amor compasivo.

¿CÓMO TRABAJARÁS?

Si bien el taller está organizado para realizarlo en el transcurso de 2 meses, tú serás la protagonista de esta experiencia y podrás transitarla siguiendo tus propios ritmos.
Manejarás el tiempo de una manera natural, respetando tus tiempos ya que –al no tener que entregar tareas– podrás fluir en armonía con tus ciclos, deseos y necesidades. No será necesario que te auto-exijas pues el taller estará a tu disposición, en tu computadora, cada vez que lo desees.
Podrás iniciar el taller al recibir todo el material de trabajo, inmediatamente después de concretar tu acceso al mismo.
No tendrás inconvenientes para realizarlo pues todas sus propuestas son muy claras, con actividades variadas y dinámicas, todas ellas preparadas para que puedas abordarlas por ti misma sin ninguna dificultad.

El taller consta de una parte teórica y de una parte práctico-vivencial, ambas te permitirán generarte un entorno apropiado en el que podrás expresarte y crear con total libertad, así como también realizar un profundo trabajo interior.
Contarás con:
- Mitos, narraciones, poemas, que estimularán tu imaginación e intuición.
- Textos informativos que te harán reflexionar sobre el vínculo madre-hija y la manera en que se manifiesta en tu vida.
- Vivencias corporales (meditaciones, danzas), que facilitarán tu proceso de transformación y sanación, acompañadas por música elegida especialmente para ellas y explicadas con claridad para que te resulte sencillo y placentero realizarlas.

MATERIAL DE TRABAJO
Recibirás, en cualquier lugar del mundo y por correo electrónico, el siguiente material:

- CUADERNO/TALLER DE AUTOCONOCIMIENTO Y CREATIVIDAD FEMENINA: “SANAR LA HERIDA CON LA MADRE: UN RETORNO A LA ESENCIA FEMENINA”, con textos y vivencias que movilizarán tu cuerpo, tus ideas, tus emociones y tu alma de mujer, en un archivo pdf preparado para que, si lo deseas, puedas imprimirlo y así contar con un bello y colorido libro en tus manos.

- CUADERNILLO DE LECTURAS COMPLEMENTARIAS, con textos de diversos autores que te servirán como estímulo e información, enriqueciendo las propuestas planteadas en el cuaderno, en otro archivo pdf también listo para la impresión de un nutrido e interesante cuadernillo.

- MÚSICA especialmente seleccionada para acompañar las distintas actividades, totalizando 13 temas musicales en formato mp3.


PRECIOS

ARGENTINA: $400,00.- (400 pesos argentinos).
EUROPA: €30,00.- (30 euros).
AMÉRICA Y RESTO DEL MUNDO: U$D35.00.- (35 dólares estadounidenses)


¡Las mujeres que residen fuera de la Argentina cuentan con PayPal y Western Union como medios de pago!

Para obtener más información y conocer los medios de pago que te permitirán acceder al taller, escribe a:

palabrachamanica.info@gmail.com

INDICANDO, ADEMÁS DEL NOMBRE DEL TALLER, TU NOMBRE Y PAÍS DE RESIDENCIA.

¡Me encantará que transites este camino, utilizando la creatividad como herramienta: para sanar la herida con tu madre y limpiar, así, el vínculo con tu sagrada esencia femenina!
¡Un cálido abrazo!

Germana Martin






LA IMPORTANCIA DE LA MADRE INTERNA: EL DUELO POR LO IMPERFECTO, EL ENCUENTRO CON LO INCONDICIONAL.


Si pensamos en nuestro desarrollo personal, la relación con nuestra madre sirve como patrón para la relación con nosotras mismas.

Como hijas, absorbimos de nuestra madre información sobre lo que sentía hacía ella misma, lo que sentía hacia nosotras, y lo que sentía hacia el mundo.

Aprendimos a tratarnos de la misma manera que nuestra madre se trató a ella misma.

Nuestra tarea como mujeres conscientes radica en transformar la madre interna dentro de nuestra psique creada a partir de nuestra madre biológica con sus limitaciones humanas en la madre que siempre necesitábamos y queríamos.

Podemos convertirnos en la madre que siempre queríamos –hacia nosotras mismas.

De esta manera, somos capaces de aceptar las limitaciones de nuestra madre externa, porque nuestra madre interna se convierte en la madre primaria con la que podemos contar, de formas en que quizás nunca hemos podido contar con nuestra madre externa.

Nuestra madre solo podía amarnos de la manera que podía amarse a ella misma.

En un momento dado, debemos enfrentar el hecho de que nuestra madre no pudo y no va a poder satisfacer nuestras necesidades de la manera que necesitábamos y queríamos. Esto significa pasar por un proceso de duelo. Un duelo por la forma en que tuvimos de compensar y sufrir la herida materna.

En el proceso de duelo, tenemos la oportunidad de darnos cuenta del hecho de que si nos sentimos amadas o abandonadas no fue por nuestra culpa. Sólo entonces podemos abandonar la lucha para demostrar nuestra valía en el mundo. En el proceso de duelo, también podemos tener compasión por nuestra madre y la carga que llevaba.

Al sanar tu madre interna, transformas tu vida más allá de lo que puedas imaginar.

Al confrontar este dolor, podemos darnos cuenta de que lo que pensábamos que era nuestro dolor es en realidad parte del dolor de nuestra madre que nosotras hemos llevado por amor. Ahora podemos elegir dejar esta carga. De esta manera, en lugar de atenuar nuestro sentimiento de culpa, podremos sentir la confianza en nuestros cuerpos y en nuestros corazones para así desarrollar un sentido de auténtica plenitud y amor propio.

Al convertirnos en la madre “suficientemente buena” para nosotras mismas, nos liberamos no sólo a nosotras mismas, sino también a todos aquellos que conforman nuestra vida.

Es un reto reconocer ante nosotras de que manera no fuimos amadas en nuestra relación con nuestra madre. Al recordar y ver lo cargada y abrumada que estaba pudimos pensar que éramos la fuente de su dolor. Esta “hija culpable” puede mantenernos estancadas. Una forma de liberar nuestra culpa es reconociendo la inocencia y legitimidad de nuestras necesidades infantiles. Es una forma de liberarnos de la vergüenza y bautizarnos a nosotras mismas en nuestra bondad y divinidad.

Una vez hemos atravesado el duelo por nosotras mismas, entonces podemos comenzar el duelo por nuestras madres y por todas las mujeres.

El duelo nos repone y nos fortalece.

Como mujeres, podemos sanar y darnos lo que nuestras madres no nos podían dar. Podemos convertirnos en nuestra propia fuente. El “dolor corporal” del colectivo femenino es sanado una a una. Y a medida que el dolor corporal femenino se cura, lo mismo ocurre con el dolor de la comunidad humana. Nuestra propia sanación no es sólo un regalo para nosotras mismas, también lo es para el mundo.

La herida de la madre es una gran oportunidad.

Conforme nos permitimos contactar con lo que se siente como un hambre antigua, inagotable para una madre inagotable, nos damos a luz a nosotras mismas en nuestra verdadera identidad – la matriz de luz- una fuente inagotable, desbordante de amor y abundancia que no depende de las circunstancias o condiciones. Entonces podemos vivir al servicio de lo que realmente somos- el amor mismo.

Bethany Webster es escritora y facilitadora y vive en el oeste de Massachusetts. Actualmente está trabajando en su primer libro, La matriz de luz: El poder de la Menstruación consciente. Facilita en colaboración un taller llamado “Sanando la herida de la madre” puedes visitar sus blogs en: http://womboflight.com yhttp://embraceofbeing.com.
Traducción al español por: Sophia Style, Mónica Manso e Isabel Villanueva

La bella imagen es de Ingrid Tusell Domingo.

LA FEMINIDAD CONSCIENTE: MADRE, VIRGEN, ANCIANA por Marion Woodman y Connie Zweig


¨En el mundo arquetípico, lo Femenino aparece frecuentemente en grupos de tres: las tres Nornas, las tres Gracias, las tres Parcas. En los hombres y mujeres actuales que están trabajando sobre sus sueños, lo Femenino Consciente suele aparecer en tres aspectos diferentes: madre, virgen y anciana. Cuando separamos nuestra madre consciente interior de su sombra inconsciente, encontramos con frecuencia una magnífica figura femenina que se se convierte en nuestra madre y guía internas. Nos ayuda a reconocer quiénes somos en todo nuestro Ser.
Gracias a este reconocimiento, asimilamos poco a poco las partes de nosotras mismas que en otro tiempo hemos rechazado, consciente o inconscientemente. Tal vez no eran aceptables para nuestros padres, maestros y amigos. Quizá, en nuestro anhelo por ser queridas, rechazamos las mismas energías que nos son ahora indispensables para nuestra vida creativa. Al encontrar aquellas partes perdidas, alertas a su propia verdad, y al vivirlas en nuestra vida cotidiana, damos a luz a la virgen dentro de nosotras mismas. La virgen, tal como yo lo entiendo, es lo Femenino maduro que sabe cómo vivir su propia luz en su propia materia sagrada.
Mater es el término latino de madre. A lo largo del proceso de hacer surgir nuestra propia materia a la conciencia, nuestro cuerpo se convierte en el equivalente físico de nuestra madre y guía internas. En nuestro amor por ella, respetamos y honramos la materia de los demás, y la materia que es la madre de todas/os: la Madre Tierra. La conexión diaria e íntima con nuestra virgen interna nos lleva a tomar opciones conscientes y a hacer sacrificios dolorosos.
Poco a poco, intuimos cómo evolucionan las pautas de nuestro destino personal y nos sentimos paradójicamente desapegadas y totalmente presentes. En este estado de espíritu quizá podamos un día mirar al espejo y ver nuestra anciana interior. Su sabiduría nace del sufrimiento consciente. La madre, la virgen y la anciana están conectadas íntimamente con cada encrucijada de nuestras vidas. Hacerlas surgir a la conciencia es esencial para llegar a una feminidad madura...¨

Marion Woodman

Al respecto, comenta Connie Zweig:
En este ensayo elocuente y multidimensional, la analista junguiana Marion Woodman describe la triple forma de lo Femenino consciente o ¨maduro¨: Madre, Virgen, Anciana. Esta trinidad existe simultánea y continuamente en todas las mujeres conscientes, aunque cada aspecto toma un lugar predominante en la conciencia en momentos diferentes.
Woodman explica que el papel de madre consciente sólo puede llegar cuando rompemos los vínculos inconscientes que todas nosotras tenemos con nuestra madre personal y arquetípica. Cuando diferenciamos nuestra propia naturaleza femenina de los aspectos heredados de nuestra madre, tanto los positivos como los negativos, podemos empezar a hacernos de madre a nosotras mismas de manera más saludable, y también ser la madre de nuestros hijos de un modo más consciente.
Esto puede lograrse con la ayuda de una analista que haga de madre putativa, mediante la construcción de un ego femenino suficientemente fuerte para portar la energía arquetípica sin ser poseída por ella. La identificación inconsciente con un arquetipo es una trampa perniciosa, aunque se trate del arquetipo de ¨la buena madre¨, porque, como señala Woodman, en este estado se pierde la individualidad.
Además, cuando despierta en nosotras la madre consciente, nuestros cuerpos se revitalizan. Una relación renovada con la materia, el cuerpo y la tierra, significa una relación renovada con lo Femenino, con una espiritualidad encarnada. Esta se convierte entonces en el hogar de la virgen consciente, en la esencia de la totalidad femenina, que porta dentro de sí el matrimonio de la materia y del espíritu...
...La anciana consciente es el producto de una feminidad madurada, la vieja mujer sabia (u hombre) que ha viajado muy lejos y ha obtenido una amplia perspectiva de la vida. Woodman la llama ¨liberada¨. Ya no está implicada en los juegos de poder de la sociedad y se puede, por lo tanto, confiar en que diga lo que ve y en que ame plenamente.


Tomado de Ser Mujer, Marion Woodman y otros autores, edición a cargo de Connie Zweig, Segunda parte, 5. La feminidad consciente: Madre, Virgen, Anciana, págs. 113-116.
Digitalizado por Omar Pereira y Germana Martin para Palabra Chamánica.

CUENTO MEDICINAL "MELISSA" PARA LA SANACIÓN DE LA RELACIÓN ENTRE MADRE E HIJA, ANALIZADO Y NUTRIDO POR CHRISTIAN ORTIZ ¡GRACIAS!

Quiero agradecer a Christian Ortiz, por esta fecunda charla sobre la relación madre-hija. 
En ella, desde su experiencia y calidez, nos brinda un aporte valioso y enriquecedor para contribuir a la sanación de la herida con lo femenino. Sus palabras nos permiten una mayor comprensión de la relación con nuestra madre, con otras mujeres y sobre todo, con nosotras mismas.
Es un honor participar , a pesar de la distancia física, en este audio, junto a Christian, con el aporte de un sencillo ejercicio. ¡Y es bien bonito escucharlo con su voz!
Les recomiendo que visiten su blog
"La Diosa Luna. Desarrollo Humano, Sanación y Género"
http://ladiosaluna.blogspot.com/
donde encontrarán sabio alimento para el alma y un auténtico acercamiento a la energía femenina.

Un abrazo para Christian y para tod@!
Germana

La bella imagen es de la artista Gioia Albano
¡Muchas gracias!
www.albanogioia.com

RITO: SANACIÓN DE LA RUPTURA MADRE/HIJA

Este rito se centra en el restablecimiento de la relación que existe entre tu madre y tú (o entre tu hija y tú). Puedes celebrar este rito sola o con un grupo de mujeres que también estén comprometidas en la sanación de su ruptura madre/hija. Si no tienes un grupo de mujeres, pide el apoyo y la presencia de una amiga íntima. Cuando te decidas a celebrar este ritual, no sólo manifiestas la intención de restablecer tu relación con tu madre sino que también te autoinvitas a alinearte con lo que se necesita para sanar la ruptura presente en el interior de tu naturaleza femenina.
Pon un bonito altar de flores, una vela y una imagen o una figura de la Diosa para honrar tu relación con tu madre. Busca una fotografía de tu madre o cualquier objeto que ella te haya dado y que colocarás más tarde, durante el desarrollo del ritual, en el altar. Al empezar el ritual, invoca la guía y la sabiduría de la Madre Diosa.
Tanto si alguna vez te has sentido querida, aceptada, protegida, alimentada y bien recibida por tu madre, como si te has sentido rechazada, abandonada y criticada; tanto si tu madre ha estado presente como ausente, si ha podido tocarte o no, vas a realizar este ritual para honrar a tu madre de forma que llegues a conseguir aceptar, al menos parcialmente, quién es o quién fue en tu vida.
De algún modo, tu madre lo hizo lo mejor que pudo teniendo en cuenta su propio ambiente familiar, el momento histórico que le tocó vivir, su sentido maternal o su carencia del mismo, su salud, su situación económica, estado civil, lo que le estaba socialmente permitido como mujer, y el apoyo que recibió para ser una buena madre, tanto de su esposo como de la cultura a la que perteneció.
Rinde honor a su fuerza, su sabiduría y su capacidad de entendimiento, y agradécele el haber elegido que nacieras. (Puede que en este momento no te sientas con fuerzas para hacerlo, pero de lo que se trata en este momento es de abrir el corazón para que puedas creer que tu madre hizo las cosas lo mejor que supo.) Al realizar este rito vas a curar las heridas de tu madre a la vez que las tuyas, de forma que ya no te vuelva a acompañar la idea de tu madre unida a una sensación de dolor, sino que a partir de ahora puedas empezar a sentir ante esa idea la luz de tu madre.
Piensa qué es lo que necesitas conseguir a través de este rito para mejorar tu relación con tu madre. Por ejemplo, si necesitas comprenderla, perdonarla, sentirte responsable de ella, aceptarla, sacar algún aspecto de ella que ella haya mantenido oculto, llorar su pérdida, dejarla ir, pedirle a ella que te deje marchar…
Coloca el objeto o la fotografía en el altar y ve enunciando en voz alta la línea femenina de tu genealogía. Por ejemplo, yo tendría que decir: “Soy Maureen Elizabeth, nieta de Julia Frances Virginia Dunn, hija de Julia Frances Virginia, hermana de Rosemary Teresa, madre de Heather y Brendan”.
Si otras mujeres toman parte de este rito haz una breve semblanza de tu madre. Después, dirígete directamente a tu madre y cuéntale qué es lo que aprecias de ella. Cuando hayas terminado, enciéndele una vela, bendícela y deja que se vaya.

Maureen Murdock
“El viaje heroico de la mujer. Etapas y claves del proceso femenino”

La imagen es de Gioia Albano
www.albanogioia.com

FECUNDACIÓN SAGRADA... ANGELI IN TERRA...

TAREAS PARA SANAR TU NATURALEZA FEMENINA POR MAUREEN MURDOCK

“Las mujeres sabias tienen una inmunidad natural. Dejan que todo fluya y refluya, sin trabajar, sin desear. Se apartan de las expectativas y nunca sienten que las han perdido. Como no sienten la pérdida, sus espíritus viven para siempre.”

Pamela Metz y Jacqueline Tobin
The Tao of Women

Si tu madre nunca te ha consolado, con toda probabilidad te será difícil encontrar un verdadero consuelo para el corazón en las relaciones que establezcas con otras personas. Tu labor será crear ese sentido de consuelo para el corazón dentro de ti misma.
Si tu madre nunca se ha compadecido de ti, con toda probabilidad tendrás poca paciencia con tus propios fallos humanos, así como con los de los demás. Tu labor será observar a alguien que practique la compasión, y practicarla tú misma.
Si tu madre silenciaba tu creatividad, tu labor será dar voz a cada impulso creativo que se presente. Pinta, escribe poesía, toca el tambor, cuida las plantas, cocina y baila.
Si tu madre despreciaba o rechazaba su propio cuerpo como mujer, tu labor es abrazar y honrar a tu cuerpo y a tu sexualidad.
Si te sentías abandonada por tu madre por la razón que fuera, incluyendo la depresión o el alcoholismo, tu labor será escuchar a tus sentimientos y nunca abandonarte tú misma.
Si tienes alguna cuestión sin resolver con tu madre y ésta ha muerto o ha quedado emocionalmente incapacitada, puedes escribirle una carta (que guardarás tú o te enviarás a ti misma) en la que expreses tu pena y tu enfado por no tener una madre nutridora, y dile que has llegado a aceptarla y comprenderla como tal y como era. Entonces podrás sentirte agradecida por su presencia en tu vida.
Todas nosotras llevamos encima el peso de nuestra madre por lo que es necesario sanar la ruptura madre/hija tanto si tu madre está viva como si no, para así poder sanar la profunda herida de tu naturaleza femenina. El elemento clave reside en que tú misma te conviertas en una buena madre. Con esa idea en la mente, asume la tarea de ser maternal contigo misma.
Lo sé por experiencia propia, soy una hija del padre cuya madre la rechazaba emocionalmente, y he seguido buscando el cariño maternal que nunca recibí de ella, ya con veinte y treinta años, y tratando de ganar la atención y la aprobación de mentores femeninos mayores que yo, como Polly Mc Vickar y la doctora Jean Houston. También he seguido tendiendo la mano hacia mi madre para comprenderla y aceptarla. En algún momento, en los primeros años de la década de los cuarenta, llegué a un acuerdo con el hecho de que nunca recibiría de mi madre el tipo de guía y amor con los que yo soñaba.
Aunque seguía entablando amistad con mujeres maternales, lloré la pérdida del sueño que tanto anhelaba, acepté la pérdida y la dejé marchar. Mientras escribía este libro, le diagnosticaron a mi madre la enfermedad de Alzheimer; a medida que la enfermedad va avanzando y ella se va haciendo más “infantil” y más inocente, yo me voy convirtiendo en madre de mi mamá.
Cuando dejes buscar la sanación en una fuente externa a ti, podrás:
-Empezar a cultivar tu propia y única sensibilidad femenina, dejando un lugar para escuchar tus sentimientos y responderles.
-Escuchar a tu cuerpo y respetar sus límites.
-Escuchar a tu intuición y no dejarla atrás.
-Escuchar la voz de tu creatividad y respetar cada uno de los aspectos de ti misma que quieran expresarse en cada momento.
-Velar por tu salud y tomar las decisiones que te enriquezcan.
 Al mismo tiempo que vas desarrollando una forma de dar respuesta a tu propia vida interior, puedes dar los pasos necesarios en le mundo exterior haciendo lo siguiente:
-Pon tus sueños en marcha. Por ejemplo, si sueñas que te conviertes en una gran escritora, ve a un cursillo de redacción, haz un hueco en tu horario semanal o diario para escribir, y ¡escribe! Si quieres cambiar de carrera, busca alternativas en la biblioteca o invierte en ti misma acudiendo a un centro especializado.
-Pon manos a la obra: cuida las plantas, date un masaje, haz pan, observa los ciclos de la naturaleza y sé consciente de tus biorritmos y su relación con los ciclos estacionales.
-Cultiva y apoya a tus amistades femeninas.
-Únete a un grupo de mujeres; la sanación se produce en la matriz femenina.
-Visita la biblioteca o la librería y saca libros en los que investigar sobre lo femenino sagrado.
-Participa en el enriquecimiento de tu comunidad.

Maureen Murdock 
"El viaje heroico de la mujer. Etapas y claves del proceso femenino"

AMO-A-MI-MAMÁ, POR IVANA GISELA ÁLVAREZ ¡GRACIAS LOBITA!



Mi madre habita los espacios

los habita todos.
Comprende
sin teorías
y se infla como un globo
cuando no me dejan ser.
Me cuida
de sus miedos y de los míos.
Sabe de lo que soy capaz
aún cuando todos los demás
han bajado ya, los brazos.
- no comprenden
el camino lateral
que voy tomando -.
Mamá me quiere feliz
y nada más.
Se deshizo tantas veces
de sus egos
para acompañarme

en la travesía de vivir.
Se calló y gritó

todo lo que pudo.
Mamita lo es todo:
su regazo,
y su perfume a flores
y frutas.
Es mi maestra
de mamá:
Ha tejido a lo largo de los años,
una capa larga de hilos invisibles, 
sin herramientas,
más que las de su propio amor.
Madre:
Hoy con este poema
soy yo la que quiero
acunarte,
la que quiere mecerte
para que puedas llorar como
hija.
Me lo ha dicho mi abuela
en sueños: 
que te hace falta.
La primera vez
que hube de cuidarte,
tuve miedo.
No sabía
que los hijos podían
velar de ese modo por sus padres.
Es que era y soy 
tremendamente hija.
Mamá:
puedo acunarte

y llevarte flores de mi jardín.
Regalarte ahora yo, 
amparos,
cuando no te dejan ser.
Inflarme.
Puedo darte mis manos
de miel
para que descansen
tus huesos
agobiados.
Sólo espero que lo pidas
porque a veces,
olvido que puedo cuidar-te.
Me deleita que
te gusten las cerezas
y las tortas sabrosas
y las frutas
de todos los colores,
y que comas 
las cáscaras
como un conejito.
Pues no me entusiasman
las mujeres maravilla.
Me ilusiona
ver cómo haces arte
con los maquillajes
y cómo defiendes
tus uñas de loba.
Aprendo que se puede
conservar el estilo.
Mujer de paciencia
generosa.
En extremo, dedicada
a sus amores.
Hoy vengo a darte
descanso

en los brazos
de nuestras ancestras.
Recuéstate
sobre los de la abuela Josefa
y los de mamá Ñata.
Ellas me cantaron 
tu nombre
y me dijeron
cuánto te aman.
Descansa
sobre mis brazos
que juntas, entonaremos
una canción de cuna
para ahuyentar
los males:
dolores de panza
y monstruos concretos.
Mujer, hoy
puedes
dejar de ser toda mamá
Y ser HIJA.
Soplemos todas
juntas sobre tu útero,
presente,
aliento salvaje.
Reguemos
con bocanadas de 
fuego
y agua.
Que se incendie
tu alma de hembra
y sucumbas
a la mujer-sabia
a la que ya, has tomado
de las manos.
Hoy, te acunamos
todas
para que llores
y limpies.
Para que respires
profundo
y sueltes carcajadas.
Te visitarán las diosas
y reiremos y cantaremos
¡Todas!

Ivana Gisela Álvarez

¡UNA BELLA HISTORIA! ¡GRACIAS AÍDA SUÁREZ!, LOBA DEL BOSQUE!

Os dejo un regalo, un cuento que encontré y me parecio delicioso.
Lo encontré por casualidad pero no se el autor dela historia!!! :(
"Había una vez dos mujeres que no se conocían,
De una no te acuerdas, a la otra la llamas madre.
Dos vidas diferentes se pusieron de acuerdo para darte la vida,
Una se convirtió en tu estrella del norte, la otra en la luz del sol.
La primera te dio la vida, la segunda te enseñó a vivir,
La primera te dio la necesidad de ser querida, la segunda estaba allí para quererte.
La una te dio la nacionalidad, la otra te dio un nombre,
La una te dio la semilla de la inteligencia, la otra te dio un alma.
La una te dio las emociones, la otra hizo desaparecer tus miedos.
La una vio tu primera sonrisa, la otra enjuagó tus lágrimas.
La una renunció a ti, era todo lo que podía hacer.
La otra quería un hijo con todo su corazón y Dios la llevó a ti.
Y ahora me pides con lágrimas en los ojos, la vieja cuestión, herencia o entorno?
Que hace que seas como eres?
Ni la una ni la otra, querida
¡tal sólo dos formas diferentes de amor!"


Aída Suárez

IN NOMINE poema de Aída Suárez



Deméter mía
Que estás a mi lado
Santificado sea tu vientre
Venga a mi tu abrazo
Hágase nuestra voluntad
Tanto en la tierra como en la luna
Y respeta mis instintos jóvenes de luna cambiante
Así como yo aprendo de las resignificaciones de tu plenitud


Deméter mía
Que estás en mis lunas
Santificado sea tu vientre
Vengan a mi tus besos
Hágase nuestra voluntad
Tanto en la tierra como en la luna
El refugio de cada día da-me-le hoy
Y respeta mis instintos jóvenes de luna cambiante
Así como yo aprendo de las resignificaciones de tu plenitud
Déjame caer en la tentación
Más líbreme del pecado de desear no ser mujer
Amén

Aída Suárez
Tomado con amor de su blog "El sendero de mis días" http://elsenderodemisdias.blogspot.com/
Gracias hermanita!

La mamá de Viviana

Ausente aun en la ausencia
brillante, floreciente
cálida entrega en sonrisa de grandes..
herida que no cierra y que lames invisible
Madre de todos, madre de nadie
mi madre.

Águila resonante azul
Viviana

La mamá de Moira

calor amor
olor a comida casera
risa lucha

La mamá de Alicia

amor ternura fuerza sabiduría paciencia

La mamá de María Luz

silencio método libertad
equilibrio alegría
lo cotidiano
lo fuerte

La mamá de Emma

cobijo amor paciencia respeto
admiración gratitud delicadeza poder

La mamá de Ana María

amor entrega olvido de sí misma
caricias cuentos canciones risas
calor protección celos protestas llantos

La mamá de Carla

fuerza transparencia protección sabiduría
amor incondicional eterno

Mamá... Vanesa y Ana

inicio esperanza esfuerzo protección ternura
valor fuerza calor dulzura luz seguridad sensibilidad

La mamá de Nancy

negra,porque siempre así la llamaron
el mar,porque ahí la encuentro
el cielo,porque me dijeron que cuando nos vamos,allá vamos
el misterio de la creación
la que nunca se fue

La mamá de Carmen

pechos
nutrición
aceptación
ternura
valentía
entrega

Gracias Carmen Paz!
(imagen tomada del Oráculo de la Mujer Sagrada de Mónica Glusman)